lunes, 30 de abril de 2012

La línea 1 del tranvía de Zaragoza, mejor proyecto de integración urbana del mundo

El tribunal de la Asociación Internacional de Transporte Público (UITP) ha valorado “el proyecto de transporte vanguardista, eficaz y cómodo” que une los principales puntos de interés social, económico y cultural de la ciudad, con una línea de 12,8 kilómetros, desde el sur hasta el norte, que atraviesa el centro de la ciudad. 


El proyecto ha contribuido a la renovación urbana de la ciudad (Imagen: José Hevia) 

El galardón destaca “la nueva cultura de la movilidad” que supone eltranvía, junto con la renovación urbana que se ha propiciado en la capital aragonesa, con el desarrollo estratégico puesto en marcha, el vínculo con otros medios de transporte público, la implementación del carril bici en paralelo a la línea del tranvía, los intercambiadores de bus y cercanías y las facilidades de aparcamiento intermodal.



La línea tiene 12,8 kilómetros (Imagen: José Hevia)

La integración urbana del tranvía de Zaragoza prioriza, según aldayjover arquitectura y paisaje, a los usuarios más débiles forzando continuidad peatonal con la eliminación de barreras arquitectónicas, reformando plazas y puntos clave históricamente aislados entre el tráfico y ajustando la posición de las paradas. Asimismo, combina la lógica del transporte con el urbanismo y establece un sistema de pavimentación y de elementos urbanos coherente para toda la ciudad, que democratiza la calidad del tratamiento del espacio público sin diferenciar barrios.

El transporte está pensado para recorrer la ciudad en tiempo récord, de un modo rápido, silencioso y seguro, y ha contado con avances tecnológicos del Urbos 3, fabricado por CAF, que le convierten en ejemplo para otros tranvías de todo el mundo.

Actualmente se está trabajando en la segunda fase de la integración urbana tranvía, cuyas obras finalizarán en abril de 2013. La modificación contribuirá a la mejora del modelo de transporte en ese entorno, combinando el tráfico rodado con el transporte público, y ampliando, considerablemente, el espacio peatonal en el Casco Histórico de la ciudad.

La segunda fase de la Línea 1 (Gran Vía- Parque de Goya), con una inversión de 340 millones de euros, completará el ambicioso proyecto de unir la ciudad en su columna vertebral y creará la zona peatonal más grande de Zaragoza.





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lunes, 23 de abril de 2012

El deterioro de las carreteras se sitúa en el nivel de hace 27 años

Las carreteras españolas se encuentran en un estado de conservación “deficiente”. De hecho, los firmes de la red viaria se han deteriorado tanto que en la actualidad se encuentran en las mismas condiciones que hace 25 años. Así lo ha evaluado la Asociación Española de la Carretera (AEC) que, a partir de los datos de sus “Campañas de Inspección Visual de la Red Viaria” –iniciativa que el colectivo viene realizando desde 1985–, ha elaborado un informe en el que alerta de la necesidad urgente de invertir en el mantenimiento de estas infraestructuras. 

Aparte de la conservación de los firmes, se habrían de reponer 320.000 señalesrepintar cerca de 50.000 kilómetros de marcas viales, sustituir las barreras metálicas y recuperar el 21% de las luminarias que en la actualidad se encuentran apagadas.

La investigación de la AEC concluye que la red viaria se ha ido minando a un ritmo del 5% anual en los últimos seis años (2005-2011), siendo especialmente grave la situación de las carreteras autonómicas, que registran una caída del 31 puntos en su nota media.

Esta realidad tiene como consecuencia, además del incremento de la inseguridad para los conductores, un aumento exponencial de loscostes de reparación. El estudio refleja que por cada euro no invertido a tiempo en el refuerzo de firmes se transforma en 5 euros a los tres años y en 25 euros a partir del quinto. Teniendo en cuenta esto, hoy día se requiere una inversión mínima de 5.200 millones de euros (el 94,2% de la inversión total requerida) “para devolver al firme a un estado de conservación adecuado”. La AEC estima que de este importe, las carreteras autonómicas estarían necesitadas de 3.600 millones de euros, destinándose el resto a la red estatal.



Menos AVE y más dotación para carreteras
El presidente de la AEC, Manuel María Muñoz, propone alcanzar este montante mediante el establecimiento del“pago por uso”, procedimiento que ya se hace en otros países europeos y dejar de construir kilómetros de AVE. En la presentación del informe sobre el estado de los pavimentos, María Muñoz cuestionó la necesidad de desarrollar más red viaria de alta velocidad y demandó un cambio del reparto modal del presupuesto de Fomento en infraestructuras

Y es que el transporte por ferrocarril será el que reciba la mayor dotación de los 11.386 millones de euros de losPresupuestos Generales del Estado destinados a infraestructuras. Casi la mitad de esta cantidad (5.107 millones de euros) se destinan a este capítulo, quedando 2.740 millones para las carreteras. De este total, 1.867 millones son para la construcción de nuevas vías (un 28% más que en 2011), mientras que los 873 millones restantes se emplearán en los trabajos de mantenimiento y seguridad viaria.

Si bien el importe dedicado a la red viaria ha aumentado con respecto a 2011 (+7,8%), la AEC considera que la cifra sigue siendo insuficiente. Habrá que esperar a la presentación del Plan Estratégico de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI) que el Gobierno prepara y que previsiblemente será presentado en julio para saber si este tiene en cuenta las demandas de la asociación. 





Fuente: Construarea
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Ciudad de las Artes y las Ciencias


La Ciudad de las Artes y las Ciencias (en valencianoCiutat de les Arts i les Ciències) es un complejo arquitectónicocultural y de entretenimiento de laciudad de Valencia (España).
El complejo, diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela, junto con los ingenieros Alberto Domingo y Carlos Lázaro autores del diseño estructural de las cubiertas del L'Oceanografic, fue inaugurado el 16 de abril de 1998 con la apertura de El Hemisférico. El último gran componente de la Ciudad de las Artes y las Ciencias es el Ágora, situado entre el puente de l'Assut de l'Or y l'Oceanogràfic. Actualmente se está finalizando su construcción.
La Ciudad de las Artes y las Ciencias está situada al final del viejo cauce del río Turia (Jardín del Turia), cauce que se convirtió en jardín en los años 1980, tras el desvío del río por la gran riada de Valencia en el año 1957. Constituye, hoy en día, el mayor reclamo turístico de la ciudad de Valencia. En 2007, fue uno de los ganadores del concurso 12 Tesoros de España, organizado por las empresas de Antena 3 y COPE.1

Los edificios que lo integran son, por orden de inauguración:
  • L'Hemisfèric: con forma de ojo. Sala de proyecciones de cine IMAX, planetario y Láser. Dispone de una superficie aproximada de 13.000 m².
  • El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe: con forma parecida al esqueleto de un dinosaurio, es un museo interactivo de ciencia. Ocupa alrededor de 40.000 m² repartidos en tres pisos.
  • L'Umbracle: paseo ajardinado con especies vegetales autóctonas de la Comunidad Valenciana (jara, lentisca, romero, lavanda, madreselva, buganvilla, palmeras,...) cubierto por arcos flotantes desde donde se puede ver todo el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Alberga en su interior El Paseo de las Esculturas, una galería de arte al aire libre con esculturas de autores contemporáneos. (Miquel Navarro, Francesc Abad, Yōko Ono y otros..)
  • El Oceanográfico: es el acuario oceanográfico más grande de Europa con 110.000 metros cuadrados y 42 millones de litros de agua. Su cubierta en forma de nenúfar es obra del arquiteco Adrián Peláez Coronado nacido en Valencia. El diseño estructural de las cubiertas es de los ingenieros Alberto Domingo y Carlos Lázaro.
  • Palacio de las Artes Reina Sofía: con cuatro grandes salas: una Sala Principal, Aula Magistral, Anfiteatro y Teatro de Cámara. Sala de Exposiciones. Está dedicado a la música y a las artes escénicas.
  • El Puente de l'Assut de l'Or que comunica la ronda sur con la calle Menorca, y cuyo pilono de 125 metros de altura es el punto más alto de la ciudad.
  • El Ágora: Una plaza cubierta en la que se celebran conciertos y eventos deportivos, como el nuevo gran premio de la Comunidad Valenciana de Tenis.
Edificios proyectados pero no realizados:
  • Las Torres de Calatrava: formaban parte de un proyecto que en un principio (año 2004) consistía en la construcción de cuatro rascacielos 280, 260, 240 y 220 metros de altura. Posteriormente, el proyecto se redujo a tres rascacielos de 308 m, 266 m y 220 m, denominados Valencia, Castellón y Alicante. El coste de construcción de los edificios se cifró en 450 millones, cantidad que frenó la iniciativa.2
En 1989, el entonces presidente de la Generalidad ValencianaJoan Lerma, asumió la idea de José María López Piñero, catedrático de historia de la ciencia de la Universidad de Valencia, de construir un museo científico en los terrenos del Jardín del Turia que lindaban con el camino de las Moreras. Lerma encargó la creación de un equipo que articulara el proyecto y que visitó espacios de similares características en MúnichCanadá o Londres para elaborar un proyecto de evidente cariz pedagógico: un átomo serviría de guía al visitante para mostrarle todas las facetas de la naturaleza.
El museo iba a ser el centro a partir del cual giraría un complejo, mitad cultural, mitad turístico, que iba a servir para "hacer de Valencia un lugar emblemático", según expresó el propio Lerma en la presentación de las obras, dos años después. La Ciudad de las Ciencias, que era el nombre que el gobierno autonómico daba a la iniciativa, constaba de una torre de comunicaciones de 370 metros de altura -la tercera más alta del mundo en aquellos momentos-, un planetario y el museo de carácter científico. El coste total de las obras se estimaba en unos 25.000 millones de pesetas, unos 150 millones de euros.

Inicio de las obras

En mayo de 1991, el Consell aprobó la cesión de terrenos, cuatro meses después presentó el proyecto diseñado por Santiago Calatrava y, a finales de aquel año, dio luz verde a la constitución de una empresa pública que sirviera de puente para las concesionarias de las obras. Las obras se iniciaron a finales de 1994.
La intrahistoria de aquel proyecto es, sin embargo, diferente. El equipo que había diseñado el museo no vio con buenos ojos la forma en que Santiago Calatrava concebía el edificio y se produjeron muchas divergencias.

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Paralización y redefinición del proyecto

Con las obras adjudicadas y los fundamentos de la torre construidos, el PP accedió a la Generalidad y al poco tiempo detuvo el proyecto. José Luis Olivas, consejero de Economía y Hacienda, ordenó la paralización de las obras y anunció que el gobierno autonómico rediseñaría la Ciudad de las Ciencias "con una filosofía distinta". Tras cuatro meses de agria polémica el gobierno autonómico decidió retomar el proyecto de Santiago Calatrava, aunque no de la torre de comunicaciones, donde situaría un gran surtidor de agua bautizado como "el chorrito" por algunos medios de comunicación. Finalmente tras la polémica fue cancelado.
La redefinición del complejo añadía el arte a la ciencia para conformar la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que mantenía dos de los edificios proyectados por el gobierno de Lerma (el museo de las ciencias y el planetario), sustituía el icono de la iniciativa socialista -la torre-, por un palacio de la ópera y añadía un nuevo elemento: un parque oceanográfico (l'Oceanogràfic)-. Calatrava rediseñó su trabajo inicial y, el 20 de junio de 1996, presentó su segundo proyecto, en el que él se haría cargo del diseño de tres de los edificios: L'Hemisfèric en forma de ojo humano, el Palacio de las Artes, y elMuseo de las Ciencias. El hispano-mexicano Félix Candela, uno de los maestros del arquitecto valenciano, elaboraría el L'Oceanogràfic. Después de dos años paradas, las obras se reanudaron en1997, terminado dichas obras los ingenieros Alberto Domingo y Carlos Lázaro, autores del diseño estructural de la cubierta del Restaurante Submarino del L'Oceanografic.


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miércoles, 18 de abril de 2012

La calzada Romana


La calzada romana era el modelo de camino usado por Roma para la vertebración de su Imperio. La red viaria fue utilizada por el ejército en la conquista de territorios y gracias a ella se podían movilizar grandes efectivos con una rapidez nunca vista hasta entonces. En el aspecto económico desempeñó un papel fundamental, ya que el transporte de mercancías se agilizó notablemente. Las calzadas también tuvieron gran influencia en la difusión de la nueva cultura y en extender por todo el Imperio la romanización. El Itinerario de Antonino, del siglo III, es la fuente escrita que mayor información nos aporta sobre la red viaria romana.
Unían las ciudades de todos los puntos de Italia y después del Imperio con los centros de decisión políticos o económicos. Los viajes eran fáciles y rápidos para la época, gracias a una organización que favorecía una relativa comodidad para sus usuarios. Pensadas, primero, para uso militar, serán el origen de la expansión económica del Imperio, y después de su final, facilitando las grandes invasiones de los pueblos bárbaros.

Primeras vías estratégicas

Hasta los años 427 a. C., los romanos utilizaban caminos de paso para ir desde Roma a las ciudades que la rodeaban. Las incursiones de los Galos de Brennus, que serán desastrosas para los romanos en el 390 a. C., será el primer síntoma revelador de la ineficacia del sistema defensivo de Roma, debido principalmente a la lentitud de las tropas por los caminos de la época. La necesidad de una mejor defensa, junto con un deseo de expansión y hegemonía sobre Italia condujeron a una República Romana todavía frágil y amenazada desde el exterior para comover una red que se adaptase a sus necesidades de sólidas vías empedradas y postas. Estos ejes permitieron una más rápida y fácil circulación de las mercancías y de los comerciantes, así como la transferencia rápida de tropas.
La primera vía fue creada en el 312 a. C. por Appius Claudius Caecus y unía Roma con Capua: es la Vía Apia. Al final de la República Romana, todo el territorio de la península italiana estaba recorrido por estos grandes ejes, cada vía lleva el nombre del censor que la había creado. Estas vías estaban pavimentadas sólo excepcionalmente: dentro de las ciudades y sus alrededores (con excepción de la Vía Apia, que poco a poco se pavimentó en todo su recorrido). En otros lugares se rellenaban con arena y grava extraídas de canteras abiertas en las proximidades.

[editar]La expansión de la red, una herramienta comercial

A medida que el Imperio se va extendiendo, la administración adoptó el mismo esquema en las nuevas provincias. En su apogeo, la principal red de carreteras romanas llegará a tener aproximadamente 100 000 km. Los comerciantes romanos vieron rápidamente el interés de tales ejes. A diferencia de otras civilizaciones del Mediterráneo que habían basado su desarrollo casi exclusivamente en sus puertos, ellos utilizarán su red de vías en paralelo con su flota comercial. Esto fomentará los intercambios con el interior del continente y será el origen de su rápida expansión. Regiones enteras se especializarán y comerciarán entre ellas (vino y aceite Hispania, cereales Numidia, cerámica y productos cárnicos (ahumados, salados ...) Galia, por ejemplo).

[editar]El apogeo de la red al final del Imperio

A partir del siglo III, las fronteras del mundo romano son desbordadas por los pueblos del este, es el comienzo de las grandes invasiones: ostrogodoshunosvisigodos, y se efectuó por una red de carreteras de calidad excepcional. Esto permitió acelerar el progreso de estos grupos. La vía romana, que fue un elemento clave para la expansión del Imperio, también fue uno de los de su caída.

[editar]La construcción de las vías romanas

[editar]Elaboración del trazado

Groma: escuadra de agrimensor usada de modo ritual para trazar alineaciones perpendiculares.
Cuando se había tomado la decisión de la construcción, la delimitación de la ruta era encomendada a los topógrafos, mensores romanos. Los topógrafos utilizaban instrumentos para el replanteo de las vías romanas como La Dioptra,1 instrumento compuesto por dos limbos graduados, uno vertical y uno horizontal. Servía para el replanteo de las alineaciones de la carretera.
De forma general, las vías romanas se caracterizan por ser muy rectilíneas en los terrenos llanos. Evitan al máximo las zonas inundables y las inmediaciones de los ríos. Cuando había de cruzar un río, la vía pasaba por un puente, generalmente de piedra, de los que aún quedan unos pocos ejemplos. Las vías se ensanchaban en las curvas para permitir que los carros girasen mejor.
Después de tomar las medidas, los topógrafos señalaban la ruta por medio de hitos. Para completar la preparación del trazado se llevaba a cabo el desmonte y la tala de árboles.

[editar]La infraestructura de las vías romanas

En general, la construcción avanza simultáneamente en varias secciones independientes de distancia variable. La construcción se encomendaba, entre otros, a empresas constructoras especializadas cuyos contratos se realizaban por funcionarios autorizados expresamente a ello. En ocasiones colaboraban las legiones, cuando la estructura administrativa civil no estaba aún impuesta en ese territorio.
El proceso de construcción de una calzada consistía en varias fases diferenciadas, que proporcionaba a estos caminos una extremada durabilidad que, en algunos casos, ha permitido que lleguen hasta nuestros días. Datos extraídos de las investigaciones de Isaac Moreno Gallo:2 3
  1. Deforestación. Se comenzaba por la deforestación o desbrozado del trazado longitudinal elegido para la calzada.
  2. Explanación. Previamente a la construcción se allanaba el firme, con las pertinentes obras de explanación, desmontes y terraplenado que fueran necesarias.
  3. Delimitación del firme. Después se delimitaba la anchura de la calzada mediante dos bordillos paralelos.
  4. Cimentación. En el espacio entre los bordillos se colocaba piedra en bruto (Herisson), creando así una capa de cimentación sólida y resistente.
  5. Capas intermedias. Sobre esta cimentación se colocaba un relleno de arena o gravas, en una o varias capas de diferentes tamaños, disminuyendo el tamaño del material conforme se iba ascendiendo hasta la capa más superficial. Después del relleno de cada capa de material, se procedía al apisonado de cada una de ellas.
  6. Capa de rodadura. Finalmente, se revestía la superficie de la calzada preferiblemente con cantos rodados apisonados mezclados con arenas, para formar la capa final de rodadura. Se utilizaban materiales de grano fino: zahorras (con tamaños máximos de 4-5 mm) o jabre (arena natural de granito con tamaños máximos de 1 cm) u otro material de granulometría fina que estuviera disponible en las cercanías del lugar de construcción. Esta capa podía suponer aproximadamente una cuarta parte, en altura, del total de la sección de la calzada (desde la cimentación hasta la superficie).
En las ciudades, las calles se adoquinaban o se cubrían con losas de piedra dispuestas de forma regular. Llegando este revestimiento como máximo hasta el final de los cementerios situados a las afueras de la ciudad.
El perfil final de la calzada es parecido a un trapecio con los taludes bastante tendidos, lo que permite un fácil flujo del agua de lluvia a las cunetas o al exterior del terraplén. La calzada solía ir delimitada lateralmente en paralelo por cunetas a ambos lados de la calzada, a unos veinte metros de distancia, que delimitaban la zona que era desarbolada para la explanación y que era lo equivalente al dominio público de la calzada.
La altura total de las sucesivas capas., respecto al terreno principal sobre el que discurría la calzada, era de 2 a 4 pies romanos, variando la anchura de la zona de rodadura entre 4,5 y 8 m según la importancia de la calzada y la dificultad de los lugares que atravesara.

[editar]La diferente importancia de las vías romanas

Los escritos de Siculus Flacus, Surveyor Roman (mensor) del siglo I, nos dan la siguiente clasificación:

[editar]Las viae publicae

Estas son las principales vías del Imperio, las principales arterias de la red de rutas que unen las ciudades más importantes entre ellas. También son llamadas viae praetoriae (vías pretorianas), viae militares (vías militares) o viae consulares (vías consulares). Era el Estado quien podía hacerse cargo de la financiación de su construcción, pero se requería una contribución de las ciudades y de los propietarios de las zonas atravesadas por estas vías que debían garantizar su mantenimiento.4
A menudo llevan el nombre de la persona que inició el proyecto de su construcción (Agrippa por la Via Agrippa, Domitius Ahenobarbus por la Vía Domitia). En Italia, la gestión se dejaba entonces bajo la vigilancia del curator viarum, un funcionario del Estado que daba las órdenes para hacer trabajos en la vía y para sus reparaciones.
El promedio constatado del ancho de las viae públicae era de 6 a 12 m.
Algunos ejemplos de las principales viae públicaeVia Agrippa, Roma Boulogne-sur-MerVia Appia, Roma BrindisiVía Domitia, de Italia a España por la NarbonenseVía Egnatia, de Dyrrachium(Durrës) a Bizancio.

[editar]Las viae vicinales

Partían de las vías públicas y permitían unir entre ellas varias vici (un Vicus es un pueblo grande) en la misma región. Estas eran, evidentemente, la mayoría de las vías de la red. La anchura media de una viae vicinalis era de alrededor de 4 m.
Algunos ejemplos en la Galia de viae vecinales: la Vía Regordane que unía Le Puy con Montpellier o la Vía de Aquitania que unía Narbona con Burdeos.

[editar]Las viae privatae

Unían las principales propiedades, las villae, con las viae vicinales et publicae. Eran privadas, reservadas para uso exclusivo del propietario que la financiaba en su totalidad. La anchura media de unavia privata era de 2,50 a 4 m.

[editar]Los documentos de las rutas

La labor de los topógrafos no se limitaba al cálculo y señalización de las vías. Gracias a la enorme cantidad de datos que se recogieron: distancias entre las ciudades, obstáculos, puentes, etc., fueron la base para la elaboración de los mapas.
Los viajeros romanos pudieron encontrar en ellos muchas indicaciones sobre las distancias o los albergues, la duración de las etapas, los obstáculos o lugares notables (ciudades, santuarios), que era lo que más importaba a los viajeros en esos momentos.

[editar]El Itinerario de Antonino

El Itinerario de Antonino es un libro indicador que contiene una lista de todas las vías, la lista de las etapas y las distancias. Se inspira en la Tabula Peutingeriana y fue redactado durante el reinado deCaracalla (del que toma su nombre, Antonin era la gens de Caracalla), y luego reformado probablemente en la época de la Tetrarquía al final del siglo III, ya que nombra a Constantinopla. Probablemente fue hecho de un mapa mural.
Detalle de la Tabla de Peutinger.

[editar]La Tabula Peutingeriana

El documento más conocido que ha llegado hasta nosotros es la Tabula Peutingeriana o el cuadro Teodosiense. De hecho, es una copia hecha por un monje de Alsacia en el siglo XIII, del documento elaborado al comienzo del siglo III por Castorius. Este documento también podría ser una copia del mapa del Imperio de Agripa destinado a su suegro, el emperador Augusto. Donado al humanista Konrad Peutinger, ahora está en la Biblioteca de Viena (Austria). En 11 hojitas (6,80 m x 0,34 m en total), la Tabla representa el mundo conocido en esa época, desde Inglaterra a África del Norte y del Atlántico hasta la India.

[editar]Otros documentos

En el siglo XIX, se encontraron cuatro tazas en el lago de Bracciano, cerca de Roma. Los Vasos de Vicarello (nombre del lugar del descubrimiento) tienen grabados en varias columnas los nombres de los albergues, así como la distancia que los separa, en la vía que va desde Roma a Cádiz.
Han existido otros documentos, concentrándose específicamente en una ruta. Tenemos, por ejemplo, las rutas de peregrinación a Jerusalén, como las deEusebio de CesáreaNicomedia o Théognis de Nicea. Son más tardíos (siglo IV), pero el sistema sigue siendo el mismo: las etapas, distancias entre estas etapas, albergues. LOL

[editar]Las instalaciones de las vías romanas

La construcción de una vía romana no se detiene al final de la obra. Un conjunto de añadidos permitirá a los viajeros desplazarse en las mejores condiciones posibles.
Miliario de Nerón a la salida del municipio romano de (Capara) Cáparra (Cáceres), España.

[editar]Piedras miliares

En intervalos muy regulares, con el fin de ser localizados fácilmente en el espacio, los ingenieros romanos incluyeron en los bordes de las viae publicae yvicinales las piedras miliares. Estas son altas columnas cilíndricas de 2 a 4 m de altura y de 50 a 80 cm de diámetro, con una base cúbica y clavadas en el terreno unos 80 cm.
Los hitos no fueron colocados cada milla, como en la actualidad los hitos kilométricos. Son más bien signos regularmente colocados en las calzadas para indicar la distancia al siguiente paso. En cada miliar, estaban colocadas a la altura de los viajeros (los usuarios van montados, son militares: jinetes, cocheros etc.) varias inscripciones como: el nombre del emperador que ordenó la construcción o renovación de la vía, sus títulos, el origen de la milia (en caso de que se colocara allí después del trabajo o después de una reparación) y las distancias entre su ubicación y las ciudades próximas, los principales cruces de carreteras o las fronteras. Estas distancias se expresan en millas. La milla romana (Milia passuum) corresponde a 1.000 pasos (en realidad, dobles pasos) de 1,48 m, así pues, 1,480 km.
Algunas vías se han marcado con miliares en diferentes momentos. La Vía Domitia, por ejemplo, se marcó con un sistema diferente de medida. Por lo tanto, se han encontrado unas series de hitos diferentes.

[editar]El paso de los ríos

Con el fin de evitar desvíos, los ingenieros romanos habían desarrollado una serie de obras para cruzar los ríos.

[editar]Vados

Las vías a menudo cruzan por vados. Estas zonas suelen estar simplemente empedradas o con piedras trabajadas con cal, con el apoyo de vigas de madera. Las excavaciones, sin embargo, han sacado a la luz vados de gran importancia, hechos de grandes bloques y con un muro de sostén, una parte más baja que canalizaba el agua y una calzada para los pasajeros. Estos vados evolucionaron en ocasiones hacia puentes de madera o piedra.

[editar]Puentes

  • Puentes de piedra
La innovación más espectacular de las vías romanas fue la construcción de puentes de piedra en los ríos de anchura media. Se permitía así la continuidad de la circulación en cualquier circunstancia, por ejemplo, en las épocas de crecidas de los ríos. Estas obras a menudo han perdurado a través de los siglos y todavía se usan hoy o bien, después de su destrucción, sus cimientos han servido de base para la reconstrucción posterior. Además, los puentes han sido siempre fuentes de poblamiento.
Dependiendo de la anchura a cruzar, los puentes pueden tener un solo arco o contar con varios arcos. En este último caso, cada pilar tiene un espolón dirigido aguas arriba y que permitía, durante las crecidas, evitar que los pilares retuvieran gran cantidad de objetos flotantes y que el puente se convirtiera en una presa que fuese una amenaza para su solidez.
Antiguo puente romano mixto piedra + madera en Tréveris (Alemania). Los pilares son auténticamente romanos.
  • Puentes de madera
A menudo, los puentes eran totalmente de madera, sobre una base de pilotes.
  • Puentes mixtos
Para mayor fuerza, los pilares se hacían de piedra, pero la cubierta del puente era de madera.
El puente de Tréveris (Alemania) era de estos puentes mixtos con pilares de mampostería y cubierta de madera. Hoy en día, los pilares romanos se mantienen, pero la cubierta, más reciente, es de piedra tallada.
  • Puentes de barcos
Para cruzar los ríos más anchos, los romanos habían desarrollado los puentes de barcas pontones con una zona sólida, construida en cada orilla, a la que se unían los barcos que estaban en el agua. Tenían pilares de anclaje dentro del mismo río, que conferían mejor estabilidad a la totalidad.
  • Barcas
El sistema de barcas de pago para transportar de una orilla a otra pasajeros y mercancías fue también ampliamente utilizado.

[editar]Instalaciones especiales, túneles

En zonas montañosas, y cuando las vías no podían seguir rectas, fueron excavados numerosos túneles y pasos en la roca de los flancos de la montaña. Se hicieron a veces en estas zonas pequeños túneles; para mayor seguridad, se pusieron tableros en el lado más peligroso para prevenir las caídas y se construyeron muros de sostén para ensanchar un poco la vía.
Asimismo existían en las grandes vías (como el túnel de Furlo en la Vía Flaminia), o para usos específicos militares o civiles, los túneles de vía de gran longitud, pudiendo alcanzar varios centenares de metros, o incluso 1 km, como los tres túneles romanos de los Campos Flégreos, cerca de Nápoles.

[editar]Los edificios y construcciones diversas

La administración romana instaló estaciones a lo largo de las vías romanas, las mutationes y las mansiones, para la comodidad de los equipajes y de los viajeros.

[editar]Descansos y albergues

La mutatio es una estación de descanso cada 10 o 15 km para el simple descanso y el posible cambio de montura. Había una mansio cada tres mutationes. Estaban separadas por unos 30 a 50 km y, para identificarlas, a menudo estaban pintadas de rojo. Dirigidas por el caupo, estaban bien equipadas y, posiblemente, permitían pasar allí la noche. Tenían un albergue para la cena, un servicio de establos -stabulum- para los caballos, un herrero e incluso un encargado del mantenimiento de los vehículos.
Paralelamente a los albergues, había almacenes que surtían de mercancías a la capital del Imperio.
Muchos escritos han llegado hasta nosotros sobre la vida en esos albergues. Estas tabernae tenían muy mala reputación y los viajeros preferían acampar en las cercanías, usar el deversorium(vivienda pública para los ricos), o mejor, invitarse por medio de una carta de presentación, practicando la hospitium (hospitalidad).

[editar]La rapidez y la seguridad

El cursus publicus, servicio postal del Imperio romano, fue, con el ejército, el principal beneficiario y usuario prioritario de las vías romanas, utilizándolas para la entrega rápida de mensajes y nuevas por todo el Imperio. El sistema funcionó tan bien que los vehículos de cursouspublicus podían recorrer, en condiciones favorables, hasta 75 km por día (el mismo servicio en el año 1550 hacía todos los días un máximo de 45 km diarios).
Pronto se vio la necesidad de construir fortalezas y campamentos militares para garantizar la seguridad de estas vías. Algunos son verdaderas fortalezas (como Jublains en la Galia romana). La guarnición también podía servir para la reparación de la vía.

[editar]Monumentos civiles, militares y sagrados

Por último, para la comodidad espiritual y para colocarse bajo la protección tutelar de los dioses, los viajeros encontraban regularmente a lo largo de las vías romanas lugares de culto, templos o fanum. Oraban a Mercurio, dios del comercio y de los viajeros, a Diana, guardiana de las carreteras o a deidades locales. También se hacían ofrendas monetarias, o de exvotos, sacrificios…
Más grandiosos y, a menudo, erigidos a la gloria de sus donantes, ya fuesen personas ricas o emperadores, los mausoleos y trofeos dan testimonio hoy de la maravillosa arquitectura de los romanos. Los ejemplos más bellos de la Galia romana son el trofeo de Augustola Turbie y el mausoleo de Glanum en (Saint-Rémy-de-Provence).

[editar]Singularidades

La red principal tenía más de 120.000 km. Las calzadas también atravesaban ciudades, con aceras laterales ligeramente elevadas. Estas calles disponían de unos bloques de piedra, separados regularmente entre sí, que permitían cruzar de una acera a otra en días de lluvia e impedían que los vehículos alcanzaran velocidades peligrosas. Por esta razón, la distancia entre las ruedas de los carros era siempre la misma para poder pasar entre las piedras.




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